Reina Valera 1989

512/1189

Salmos 34

1 (Salmo de David, cuando cambió su conducta ante Abimelec, y éste lo echó, y él se fue) Bendeciré a Jehovah en todo tiempo; su alabanza estará siempre en mi boca.

2 En Jehovah se gloriará mi alma; lo oirán los mansos y se alegrarán.

3 Engrandeced a Jehovah conmigo; ensalcemos juntos su nombre.

4 Yo busqué a Jehovah, y él me oyó, y de todos mis temores me libró.

5 Los que a él miran son iluminados; sus rostros no serán avergonzados.

6 Este pobre clamó, y Jehovah le escuchó y lo libró de todas sus angustias.

7 El ángel de Jehovah acampa en derredor de los que le temen, y los libra.

8 Probad y ved que Jehovah es bueno. ¡Bienaventurado el hombre que se refugia en él!

9 Temed a Jehovah, vosotros sus santos, porque nada falta a los que le temen.

10 Los leones tienen necesidades y sufren hambre, pero los que buscan a Jehovah no tendrán falta de ningún bien.

11 Venid, oh hijos, escuchadme; el temor de Jehovah os enseñaré:

12 ¿Quién es el hombre que desea vida? ¿Quién anhela años para ver el bien?

13 Guarda tu lengua del mal, y tus labios de hablar engaño.

14 Apártate del mal y haz el bien; busca la paz y síguela.

15 Los ojos de Jehovah están sobre los justos; sus oídos están atentos a su clamor.

16 El rostro de Jehovah está contra los que hacen mal, para cortar de la tierra su memoria.

17 Clamaron los justos, y Jehovah los oyó; los libró de todas sus angustias.

18 Cercano está Jehovah a los quebrantados de corazón; él salvará a los contritos de espíritu.

19 Muchos son los males del justo, pero de todos ellos lo librará Jehovah.

20 El guardará todos sus huesos; ni uno de ellos será quebrantado.

21 Al impío le matará la maldad, y los que aborrecen al justo serán desolados.

22 Jehovah redimirá el alma de sus siervos. No serán desolados cuantos confían en él.