Reina Valera 1989

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Salmos 48

1 (Cántico. Salmo de los hijos de Coré) ¡Grande es Jehovah y digno de suprema alabanza, en la ciudad de nuestro Dios, en el monte de su santuario!

2 ¡Qué hermosa altura! El gozo de toda la tierra es el monte Sion por el lado norte, la ciudad del Gran Rey.

3 Dios es conocido por refugio en sus palacios.

4 Porque, he aquí, los reyes se han aliado; han avanzado juntos.

5 Pero viéndola así, se quedaron atónitos; se turbaron y se dieron prisa a huir.

6 Allí se apoderó de ellos el estremecimiento; tuvieron dolor como de mujer que da a luz.

7 Con el viento del oriente rompes las naves de Tarsis.

8 Como lo oímos, así lo hemos visto en la ciudad de Jehovah de los Ejércitos, la ciudad de nuestro Dios: Dios la afirmará para siempre. (Selah)

9 Oh Dios, hemos pensado en tu misericordia, en medio de tu templo.

10 Conforme a tu nombre, oh Dios, así es tu alabanza hasta los confines de la tierra. Tu diestra está llena de justicia.

11 Se alegrará el monte Sion; las hijas de Judá se regocijarán a causa de tus juicios.

12 Id alrededor de Sion y rodeadla; contad sus torres.

13 Observad detenidamente su muro exterior; examinad sus palacios, para que lo contéis a la generación venidera.

14 Porque Dios es nuestro Dios eternamente y para siempre; por siempre nos guiará.