Reina Valera 1989

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Salmos 46

1 (Al músico principal. De los hijos de Coré. Sobre Alamot. Cántico) Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.

2 Por eso no temeremos aunque la tierra tiemble, aunque los montes se derrumben en el corazón del mar,

3 aunque sus aguas rujan y echen espuma, y se estremezcan los montes por su braveza. (Selah)

4 Hay un río cuyas corrientes alegran la ciudad de Dios, el santuario, morada del Altísimo.

5 Dios está en medio de ella; no será movida. Dios la ayudará al clarear la mañana.

6 Las naciones se conmocionan, se tambalean los reinos. El emite su voz, y se derrite la tierra.

7 Jehovah de los Ejércitos está con nosotros; nuestro refugio es el Dios de Jacob. (Selah)

8 Venid y ved los hechos de Jehovah, quien ha causado desolaciones en la tierra.

9 Hasta los confines de la tierra hace cesar las guerras; quiebra el arco, rompe la lanza y quema los carros en el fuego.

10 “Estad quietos y reconoced que yo soy Dios. Exaltado he de ser entre las naciones; exaltado seré en la tierra.”

11 Jehovah de los Ejércitos está con nosotros; nuestro refugio es el Dios de Jacob. (Selah)