Testimonios Selectos Tomo 5

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Familias misioneras

Mucho más se haría para el Señor si todos los que tienen la luz de la verdad la pusiesen en práctica. Familias enteras podrían ser misioneras, y dedicarse a la obra personal, trabajando por el Maestro con manos y cerebros activos, ideando nuevos métodos que asegurasen el éxito de su trabajo. Hay hombres y mujeres celosos, prudentes y con un corazón ardiente, que podrían hacer mucho para Dios, si antes se entregasen a él, acercándosele y buscándole con todo su corazón. 5TS 156.1

Hermanos y hermanas, tomad una parte activa en la obra que tiene por objeto la salvación de las almas. Esta obra renovará y vivificará vuestras energías mentales y espirituales. La luz de Cristo resplandecerá en vuestra mente. El Salvador habitará en vuestros corazones y andaréis en su luz. 5TS 156.2

Consagraos completamente a la obra de Dios. El es vuestra fuerza y se mantendrá a vuestra diestra para ayudaros a ejecutar sus designios misericordiosos. Acercaos a los que os rodean por medio de la obra personal. Trabad relaciones con ellos. La predicación no podrá hacer la obra que debe ser hecha. Los ángeles de Dios os acompañarán a las casas que visitéis. Es una obra que no puede ser hecha por procuración. Los sermones no la terminarán ni el dinero dado o prestado. Es visitando a las personas, hablándoles, orando con simpatía con ellas, cómo sus corazones serán ganados. Es el trabajo misionero más noble que podáis realizar. Pero para ello, se necesita una fe firme y perseverante, una paciencia incansable, un gran amor por las almas. 5TS 156.3

Buscad relaciones con las personas de vuestro vecindario. Al hablarles de la verdad, demostrad una simpatía cristiana. Recordad que el Señor Jesús es el Artífice maestro. El es quien riega la semilla que sembráis. El os sugerirá palabras que alcancen los corazones. Tened confianza de que Dios sostendrá al obrero consagrado y abnegado. La obediencia, una fe infantil y confianza en Dios: he aquí lo que os dará paz y gozo. Trabajad con desinterés, amor y paciencia con todos aquellos con quienes estéis en relación. No manifestéis irritación, no pronunciéis palabras de impaciencia. More el amor de Cristo en vuestros corazones, y la ley de la amabilidad en vuestros labios. 5TS 156.4

Es incomprensible que no haya centenares de personas en la obra donde hoy hay solamente una. La apatía, la frialdad, la indiferencia de los que se dicen hijos de Dios, son un motivo de asombro para el universo celestial. La verdad es una potencia de vida. Id a proclamarla con fe y convicción. Que aquellos a favor de quienes trabajáis se den cuenta de que es para vosotros una viviente realidad. 5TS 157.1