Testimonios Selectos Tomo 5

30/76

Capítulo 14—Cooperación

Cuando se establecen instituciones en campos nuevos, es a menudo necesario confiar responsabilidades a personas que no están familiarizadas con los detalles de su tarea. Estas personas trabajan en condiciones muy desventajosas, y a menos que ellas y sus colaboradores se interesen sin egoísmo por la institución del Señor, este estado de cosas creará una situación que impedirá su prosperidad. 5TS 84.1

Muchos piensan que la clase de trabajo que realizan les pertenece a ellos solos, y que nadie puede darles un consejo al respecto. Hasta es muy posible que ignoren los mejores métodos para realizar el trabajo; sin embargo, si alguno se aventura a darles un consejo se ofenden, y quedan más decididos que antes a seguir su criterio de una manera independiente. Por otro lado, hay algunos obreros que no están dispuestos a acudir en auxilio de sus colaboradores ni a instruirlos. Otros aún, sin experiencia, no desean que se reconozca su ignorancia; y cometen errores, que cuestan tiempo y dinero, porque son demasiado orgullosos para pedir consejo. 5TS 84.2

Es fácil determinar la causa de estas dificultades: mientras ellos debieran haberse considerado como los diversos hilos de un tapiz que han de ser tejidos juntos, los obreros se han separado como hilos independientes. 5TS 84.3

Estas cosas contristan el Espíritu Santo. Dios desea que aprendamos unos de otros. La independencia que no está santificada nos coloca en una posición tal que el Señor no puede trabajar con nosotros. Y Satanás queda satisfecho con tal estado de cosas. 5TS 84.4

No debe existir el espíritu de guardar ciertas cosas secretas, ni inquietud porque otros adquieren conocimientos poseídos hasta entonces por algunos solamente. Un espíritu tal dará lugar a una reserva y sospechas continuas. Se suscitarán malos pensamientos y críticas, y el amor fraternal desaparecerá de los corazones. 5TS 84.5

Cada ramo de la obra de Dios está ligado con los demás. No puede existir exclusividad en una institución que Dios dirige, pues él es el Autor del tacto y del ingenio. El es el fundamento de todo método correcto. El es quien comunica el conocimiento de estos métodos, y ninguno puede considerar su saber como perteneciéndole en una manera exclusiva. 5TS 85.1

Cada obrero debe interesarse en todos los ramos de la obra, y si Dios le ha dado clarividencia, capacidades y conocimientos que pueden servir en uno u otro de estos ramos, su deber consiste en comunicar lo que ha recibido. 5TS 85.2

Todas las capacidades que pueden relacionarse con la institución, mediante esfuerzos abnegados, deben ser puestas a contribución para que sean activos agentes de éxito y de vida en la obra de Dios. Los obreros consagrados, talentosos y capaces de ejercer una buena influencia son precisamente los que necesitan las casas editoriales. 5TS 85.3

Todo obrero será probado para que se sepa si trabaja en favor del progreso de la institución del Señor o para servir sus propios intereses. Los que son convertidos darán cada día pruebas de que no tratan de emplear para su uso personal las ventajas y los conocimientos que hayan adquirido. Comprenden que la providencia divina les ha concedido estas ventajas para que, como instrumentos en las manos del Señor, puedan servir a su causa realizando un trabajo de calidad superior. 5TS 85.4

Nadie debe trabajar para ser alabado o para satisfacer su deseo de dominar. El verdadero obrero obrará lo mejor que pueda para que así pueda dar la gloria a Dios. Tratará de mejorar todas sus facultades, y cumplirá sus deberes como para Dios. Su único deseo será que Cristo reciba de él un homenaje y un servicio perfectos. 5TS 85.5

Dediquen los obreros todas sus energías al esfuerzo de servir a la causa de Dios. Obrando así, obtendrán ellos mismos más fuerza y eficacia. 5TS 86.1

*****

No debiera conservarse en una institución del Señor, cualquiera que sea, a nadie que en un momento difícil no comprenda que estas instituciones son sagradas. Si los empleados no encuentran placer en la verdad, si su relación con la institución no los hace mejores, si no crea en ellos ningún amor por la verdad, entonces, después de un tiempo de prueba suficiente, separadlos de la obra, porque su impiedad y su incredulidad ejercen una influencia sobre los demás. Por su medio, los malos ángeles trabajan en desviar a quienes ingresan en la institución como aprendices. Debéis tener como aprendices a jóvenes de porvenir que amen a Dios. Mas si los ponéis con otros que no tengan amor por Dios, están constantemente expuestos al peligro por esta influencia irreligiosa. Los espíritus mundanos, los que se entregan a la maledicencia, los que se deleitan en conversar de las faltas ajenas sin pensar en las propias, deben quedar separados de la obra. 5TS 86.2