Testimonios Selectos Tomo 5

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Cumplimiento del plan de Dios

Jesús desea, por la plenitud de su potencia, corroborar de tal modo a su pueblo que por su medio el mundo entero quede rodeado de una atmósfera de gracia. Cuando su pueblo se someta de todo corazón a Dios, dicho plan quedará realizado. La palabra que el Señor dirige a los que trabajan en sus instituciones es: “Limpiaos, los que lleváis los vasos de Jehová.” Isaías 52:11. En todas nuestras instituciones, dé lugar el egoísmo al amor desinteresado y al trabajo en favor de las almas cercanas y lejanas. Entonces el aceite santo correrá de los dos olivos en los conductos de oro, y de ellos a los vasos preparados para recibirlo. Entonces la vida de los obreros de Cristo será verdaderamente una demostración de las verdades de su Palabra. 5TS 66.1

El amor y temor de Dios, el sentimiento de su bondad y santidad serán visibles en cada institución. Una atmósfera de amor y paz rodeará todos los departamentos. Cada palabra pronunciada, cada trabajo realizado, tendrá una influencia que corresponderá a la del cielo. Cristo habitará en el hombre y el hombre morará en Cristo. En todos los trabajos se manifestará el carácter del Dios infinito y no el del hombre. La influencia divina comunicada por los santos ángeles impresionará a las mentes puestas en relación con los empleados; y de cada uno de ellos se desprenderá una fragante influencia. 5TS 66.2

Cuando estén llamados a entrar en nuevos campos, los obreros así formados partirán como representantes del Salvador, capaces de ser útiles en su servicio, capaces de comunicar a otros, por el precepto y el ejemplo, un conocimiento de la verdad presentó. El carácter formado por la potencia divina recibirá la luz y gloria del cielo, y será delante del mundo un testigo encargado de dirigir las miradas de los hombres hacia el trono del Dios viviente. 5TS 66.3

Entonces, la obra progresará con duplicada fuerza y se volverá cada vez más estable. Una eficiencia nueva se comunicará a cuantos trabajen en todos sus ramos. Las páginas impresas enviadas como mensajeros de Dios llevarán el sello del Eterno. Los rayos de luz del santuario celestial acompañarán la verdad preciosa que contienen. Como nunca antes, tendrán poder para despertar en las almas el sentimiento de pecado, para crear un deseo ardiente de justicia, de hacer nacer un ardiente deseo de poseer las cosas que no pasarán nunca. Habrá hombres que aprenderán a reconocer la reconciliación y justicia eternas que el Mesías trajo por su sacrificio. Muchos serán llevados a compartir la gloriosa libertad de los hijos de Dios y estarán con el pueblo de Dios para dar la bienvenida a nuestro Señor y Salvador, cuando, pronto, vendrá con gloria y potencia. 5TS 67.1