Testimonios Selectos Tomo 1

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Lo que ha obrado Dios

Al revisar nuestra pasada historia y recorrer cada paso de adelanto hasta nuestra presente situación, puedo decir: ¡Alabado sea Dios! Al ver lo que ha realizado el Señor, me lleno de asombro y de confianza en Cristo nuestro guía. Nada hemos de temer respecto del porvenir, a menos que olvidemos el modo como el Señor nos ha conducido. 1TS 202.2

Ahora somos un pueblo fuerte, con tal que pongamos nuestra confianza en Dios, pues estamos propagando las potentes verdades de la palabra de Dios. Hemos de sentir agradecimiento por todo. Si andamos en la luz que brota de los vívidos oráculos de Dios, tenemos graves responsabilidades correspondientes a la brillante luz que nos da Dios. Hemos de cumplir muchos deberes porque se nos ha hecho depositarios de la sagrada verdad que ha de comunicarse al mundo en toda su gloria y hermosura. Estamos en deuda con Dios para emplear cuantas ventajas nos ha concedido, en embellecer la verdad con la santidad de nuestro carácter, y en comunicar el mensaje de amonestación, consuelo, esperanza y amor a quienes se hallan envueltos en las tinieblas del error y del pecado. 1TS 202.3

Demos gracias a Dios por lo que ya ha sido hecho para proporcionar a nuestra juventud facilidades de educación intelectual y religiosa. Muchos han sido educados para desempeñar una parte en las diversas modalidades de la obra, no sólo en su respectiva patria sino también en campos extranjeros. La prensa ha proporcionado publicaciones que difunden por doquiera el conocimiento de la verdad. Todos los dones, que como riachuelos han acrecido el caudal de benevolencia, deben ser para nosotros justo motivo de gratitud hacia Dios. 1TS 203.1

Tenemos hoy una hueste de jóvenes que puede hacer mucho si se la educa y alienta acertadamente. Queremos que nuestros hijos crean la verdad. Queremos que Dios los bendiga. Queremos que tomen parte en bien organizados planes para ayudar a otros jóvenes. Eduquémoslos de modo que puedan exponer dignamente la verdad, dando razón de la esperanza que en su interior alientan y honrando a Dios en la rama de la obra para la cual estén preparados. ... 1TS 203.2

Como discípulos de Cristo, es nuestro deber difundir la luz de que sabemos carece el mundo. Hagamos de modo que los hijos de Dios “sean ricos en buenas obras, dadivosos, que con facilidad comuniquen; atesorando para sí buen fundamento para lo porvenir, que echen mano a la vida eterna.” 1 Timoteo 6:18, 19. 1TS 203.3