Testimonios Selectos Tomo 1

26/114

Esperanza renovada

Entonces se concentraron nuestras esperanzas en la creencia de que el Señor aparecería en 1844. Aquella era también la época a propósito para proclamar el mensaje del segundo ángel que, volando por en medio del cielo, clamaba: “Ha caído, ha caído Babilonia, aquella grande ciudad.” Apocalipsis 14:8. Los siervos de Dios proclamaron por vez primera este mensaje en el verano de 1844, y en consecuencia fueron muchos los que abandonaron las decadentes iglesias. En relación con este mensaje, se dió el “clamor de media noche,” * que decía: “He aquí, el esposo viene; salid a recibirle.” En todos los puntos del país se recibió luz acerca de este mensaje, y millares de personas despertaron al oirlo. Resonó de ciudad en ciudad y de aldea en aldea, hasta las más lejanas comarcas rurales. Conmovió lo mismo al docto que al ignorante, al conspicuo que al humilde. 1TS 50.2

Aquel fué el año más feliz de mi vida. Mi corazón estaba henchido de gozosa esperanza, aunque sentía mucha conmiseración e inquietud por los desalentados que no esperaban en Jesús. Los que creíamos, solíamos reunirnos en fervorosa oración para obtener una genuina experiencia y la incontrovertible prueba de que Dios nos había aceptado. 1TS 50.3