Testimonios Selectos Tomo 1

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Días de perplejidad

Pero pasó el tiempo de la expectación. Esta fué la primera prueba severa que hubieron de sufrir quienes creían y esperaban que Jesús vendría en las nubes de los cielos. Grande fué la desilusión del expectante pueblo de Dios. Los burladores triunfaban, y se llevaron a sus filas a los débiles y cobardes. Algunos que habían denotado en apariencia tener verdadera fe, demostraron entonces que tan sólo los había movido el temor, y una vez pasado el peligro, recobraron la perdida osadía y se unieron con los burladores, diciendo que nunca se habían dejado engañar de veras por las doctrinas de Miller, a quien calificaban de loco fanático. Otros, de carácter acomodaticio o vacilante, abandonaron la causa sin decir palabra. 1TS 47.1

Los demás quedamos perplejos y chasqueados, pero no por ello renunciamos a nuestra fe. Muchos se aferraron a la esperanza de que Jesús no diferiría por largo tiempo su venida, pues la palabra del Señor era segura y no podía fallar. Nosotros nos sentíamos satisfechos de haber cumplido con nuestro deber viviendo según nuestra preciosa fe. Estábamos chasqueados, pero no desalentados. Las señales de los tiempos denotaban la cercanía del fin de todas las cosas, y por lo tanto, debíamos velar y mantenernos dispuestos a toda hora para la venida del Maestro. Debíamos esperar confiadamente, sin prescindir de congregarnos para la mutua instrucción, aliento y consuelo, a fin de que nuestra luz brillase en las tinieblas de este tan necesitado mundo. 1TS 47.2