El Ministerio Pastoral

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El mantenimiento

La casa de adoración debe ser cuidada escrupulosamente, pero no con los diezmos—El Señor instruyó a Moisés en cuanto a Israel: “Que te traigan aceite puro de oliva molido para la luminaria para hacer arder continuamente las lámparas”. Esta debía ser una ofrenda continua, para que la casa de Dios pudiera ser adecuadamente suplida con aquello que era necesario para su servicio. Su pueblo hoy ha de recordar que la casa de adoración es propiedad del Señor y que debe ser cuidada escrupulosamente. Pero que los fondos para este trabajo no han de salir del diezmo.—Testimonies for the Church 9:248. MPa 281.2