Hijas De Dios

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Jaime y Elena G. de White

Los ojos del Salvador están sobre Jaime White—Querido Jaime, presentaremos tu caso ante Dios cada vez que oremos, y colocaremos nuestra peticiones ante el trono. A veces he tenido la bendita seguridad de que Dios ha escuchado mi plegaria ofrecida en el nombre de su amado Hijo, y que su bendición ha descansado sobre ti allí en Dansville. En ocasiones, cuando oro, siento la dulce presencia de Dios y la evidencia de que él ha colocado su amor sobre ti. Y aunque estás afligido, Jesús está contigo fortaleciéndote y sosteniéndote con su todopoderoso brazo. El que extendió su mano para salvar a Pedro de hundirse, salvará a su siervo que ha trabajado por las almas y ha dedicado sus energías a su causa. Sí, Jaime, los ojos del compasivo Salvador están sobre ti; sus sentimientos se conmueven por tu enfermedad. El te ama y siente piedad por ti como nadie puede hacerlo, y te hará triunfar por amor de su nombre. Anímate, mi pobre y sufriente esposo, espera pacientemente y pronto verás la salvación del Señor. Sabemos en quién hemos creído; no corremos como a la ventura. Al fin, todo saldrá bien.—Manuscript Releases 10:28 (1865). HD99 280.3

Elena G. de White extraña a su esposo durante la enfermedad de éste—[Carta dirigida a su hijo Edson]. Ayer, después de bajar del tren, anduvimos 18 kilómetros en la diligencia. La escena era hermosa; los árboles con sus diferentes matices, y los hermosos pinos aquí y allá. Las montañas excelsas y elevadas, los acantilados, el césped verde, todo era interesante a la vista. Podía haber gozado de estas cosas, pero me siento sola. El brazo fuerte y varonil sobre el cual he dependido, no está conmigo ahora. Las lágrimas son mi comida noche y día; mi espíritu está decaído por la tristeza. No puedo pensar en que tu padre pueda descender a la tumba. ¡Oh, que Dios tenga piedad de él y lo sane! Edson, mi querido hijo, entrégate a Dios; en aquello que has errado, reconócelo francamente y confiésalo en humildad. Acércate a Dios y pide conmigo por su recuperación. Si corregimos nuestras almas delante de Dios, y nos arrepentimos verdaderamente de nuestros errores, ¿no escuchará nuestra súplica en nombre de su amado Hijo y sanará a tu padre?—Manuscript Releases 10:28-29 (1871). HD99 281.1

Se le pide a Edson que trate a su padre con ternura—Querido Edson, no reacciones con dureza frente a la carta de tu padre.* Quédate tranquilo; sé fiel, y espera y confía. Haz toda concesión posible aun cuando ya lo hayas hecho antes. Que Dios pueda darte un corazón tierno para tratar a tu pobre padre que está desgastado, sobrecargado y atormentado.—Manuscript Releases 10:29 (1871). HD99 281.2

Jaime White muy atento con su esposa—Mi esposo es muy atento conmigo, siempre buscando de hacer mis viajes y mis trabajos placenteros, y liberándome de todo aquello que pueda cansarme. Está alegre y de buen ánimo. Tenemos que cuidarnos y preservar nuestras fuerzas, porque todavía tenemos trece congresos para asistir.—Manuscript Releases 10:33 (1875). HD99 282.1