Eventos de los Últimos Días

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Los eventos venideros están en las manos del señor

El mundo no está sin gobernante. El programa de los acontecimientos venideros está en las manos del Señor. La Majestad del cielo tiene a su cargo el destino de las naciones, como también lo que concierne a su iglesia.—Joyas de los Testimonios 2:352 (1889). EUD92 29.2

Estas representaciones simbólicas [las serpientes ardientes en el desierto] cumplen un doble propósito. De ellas el pueblo de Dios aprende no sólo que las fuerzas físicas de la tierra están bajo el control del Creador, sino que también lo están los movimientos religiosos de las naciones. Esto es especialmente cierto con respecto a la imposición de la observancia del domingo.—Manuscript Release 19:281 (1902). EUD92 29.3

En la gran obra final, nos encontraremos con perplejidades con las cuales no sabremos cómo tratar, pero no olvidemos que los tres grandes poderes del cielo están trabajando, que una mano divina está sobre el timón y que Dios hará que se realicen sus propósitos.—El Evangelismo, 52 (1902). EUD92 29.4

Así como la complicada semejanza de ruedas estaba bajo la dirección de la mano que había debajo de las alas de los querubines, el complicado desarrollo de los sucesos humanos está bajo el gobierno divino. En medio de la lucha y el tumulto de las naciones, Aquel que se sienta por encima de los querubines, dirige aún los asuntos terrenales.4La Educación, 173-174 (1903). EUD92 30.1

En los anales de la historia humana, el desarrollo de las naciones, el nacimiento y la caída de los imperios, parecen depender de la voluntad y las proezas de los hombres; y en cierta medida los acontecimientos se dirían determinados por el poder, la ambición y los caprichos de ellos. Pero en la Palabra de Dios se descorre el velo, y encima, detrás y a través de todo el juego y contrajuego de los humanos intereses, poder y pasiones, contemplamos a los agentes del que es todo misericordioso, que cumplen silenciosa y pacientemente los designios y la voluntad de él.—La Historia de Profetas y Reyes, 366 (1914). EUD92 30.2