Servicio Cristiano

104/272

El auditorio de una sola alma

La obra de Cristo consistió mayormente en entrevistas personales. Tenía una fiel consideración por el auditorio de una sola alma. Por esta sola alma, el conocimiento recibido era comunicado a millares.—Joyas de los Testimonios 2:402. SC 146.2

Se sentía débil y cansado, pero no descuidó la oportunidad de hablar a una mujer sola, aunque era una extraña, enemiga de Israel y vivía en abierto pecado.—El Deseado de Todas las Gentes, 162. SC 146.3

El Salvador no esperaba que se reuniesen congregaciones. Muchas veces empezaba sus lecciones con unos pocos reunidos en derredor suyo. Pero uno a uno los transeúntes se detenían para escuchar, hasta que una multitud oía con asombro y reverencia las palabras de Dios pronunciadas por el Maestro enviado del cielo. El que trabaja para Cristo no debe pensar que no puede hablar con el mismo fervor a unos pocos oyentes que a una gran compañía. Tal vez haya uno solo para oir el mensaje; pero, ¿quién puede decir cuán abarcante será su influencia? Parecía asunto sin importancia, aun para los discípulos, que el Salvador dedicase su tiempo a una mujer de Samaria. Pero él razonó con ella con más fervor y elocuencia que con reyes, consejeros o pontífices. Las lecciones que le dió han sido repetidas hasta los confines más remotos de la tierra.—El Deseado de Todas las Gentes, 162. SC 146.4