Servicio Cristiano

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La prueba a que ha de hacerse frente

En la última obra solemne se ocuparán pocos hombres grandes. Ellos son orgullosos, independientes de Dios, y el Señor no puede usarlos. Dios tiene fieles siervos, que en el tiempo del zarandeo y de prueba aparecerán en escena. Son hombres preciosos, ahora escondidos, que no han doblado la rodilla a Baal. No han tenido la luz que ha estado brillando en concentrados raudales sobre vosotros. Pero puede ser que bajo un exterior tosco y poco atractivo se revele el brillo de un genuino carácter cristiano. De día miramos al cielo, pero no vemos las estrellas. Están allí, fijas en el firmamento, pero el ojo no puede distinguirlas. De noche contemplamos sin embargo su brillo genuino. SC 63.1

No está distante el tiempo en que sobrevendrá la prueba a toda alma. ... En ese tiempo, el oro será separado de la escoria en la iglesia. La verdadera piedad se distinguirá claramente de la apariencia y del oropel. Más de una estrella que hemos admirado por su brillo, se apagará entonces en las tinieblas. Como una nube, el tamo será llevado por el viento, aun en lugares donde vemos sólo eras de rico trigo. Todos los que llevan los ornamentos del santuario, pero no están vestidos de la justicia de Cristo, aparecerán en la vergüenza de su desnudez.—Testimonies for the Church 5:80, 81. SC 63.2