Servicio Cristiano

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La observancia de los mandamientos como manto para el pecado

El mismo peligro existe hoy en día para los que profesan ser depositarios de la ley de Dios. Están demasiado listos para adularse a sí mismos, pensando que la consideración en la cual tienen a los mandamientos los preservará del poder de la justicia divina. Rehusan ser reprobados por el mal, y acusan a los siervos de Dios de ser demasiado celosos por eliminar el pecado del campamento. Un Dios que odia el pecado exige que aquellos que profesan guardar su ley se aparten de toda iniquidad. El dejar de arrepentirse y obedecer su Palabra traerá serias consecuencias sobre el pueblo de Dios hoy en día, como lo hizo el mismo pecado sobre el Israel antiguo. Hay un límite más allá del cual Dios no demorará sus juicios.—Testimonies for the Church 4:166, 167. SC 56.2