Servicio Cristiano

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Los jóvenes en la obra de la iglesia

En nuestras iglesias, se necesitan los talentos juveniles, bien organizados y preparados. Los jóvenes harán algo con sus rebosantes energías. A menos que estas energías estén encauzadas debidamente, los jóvenes las emplearán de alguna manera que perjudicará su propia espiritualidad, y resultará para daño de aquellos con quienes se asocien.—Obreros Evangélicos, 223. SC 39.4

Cuando los jóvenes dan su corazón a Dios, no cesa nuestra responsabilidad hacia ellos. Hay que interesarlos en la obra del Señor, e inducirlos a ver que él espera que ellos hagan algo para adelantar su causa. No es suficiente demostrar cuánto se necesita hacer, e instar a los jóvenes a hacer una parte. Hay que enseñarles a trabajar para el Maestro. Hay que prepararlos, disciplinarlos y educarlos en los mejores métodos de ganar almas para Cristo. Enséñeseles a tratar de ayudar de una manera tranquila y modesta a jóvenes compañeros. Expónganse en forma sistemática, los diferentes ramos del esfuerzo misionero en que ellos pueden tomar parte, y déseles instrucción y ayuda. Así aprenderán a trabajar para Dios.—Obreros Evangélicos, 222, 223. SC 39.5