Servicio Cristiano

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El Espíritu Santo ha obrado desde el principio

Desde el principio Dios ha estado obrando por su Espíritu Santo mediante instrumentos humanos para el cumplimiento de su propósito en favor de la raza caída. Esto se manifestó en la vida de los patriarcas. A la iglesia del desierto también, en los días de Moisés, Dios le dió su “Espíritu para enseñarlos”. Y en los días de los apóstoles obró poderosamente en favor de su iglesia por medio del Espíritu Santo. El mismo poder que sostuvo a los patriarcas, que dió fe y ánimo a Caleb y Josué, y que hizo eficaz la obra de la iglesia apostólica, sostuvo a los fieles hijos de Dios en cada siglo sucesivo. Fué el poder del Espíritu Santo lo que durante la época del oscurantismo permitió a los cristianos valdenses contribuir a la preparación del terreno para la Reforma. Fué el mismo poder lo que hizo eficaces los esfuerzos de muchos nobles hombres y mujeres que abrieron el camino para el establecimiento de las misiones modernas, y para la traducción de la Biblia a los idiomas y dialectos de todas las naciones y pueblos.—Los Hechos de los Apóstoles, 43, 44. SC 317.1