Servicio Cristiano

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Sinceridad

No debe haber afectación en la vida de quienes poseen un mensaje tan solemne y sagrado como el que se nos ha llamado a proclamar. El mundo está observando a los adventistas del séptimo día porque conoce algo de su profesión de fe y de sus altas normas; y cuando ve que algunos no viven conforme a lo que profesan, los señala con escarnio.—Testimonies for the Church 9:23. SC 281.3

Puede que haya hombres que tengan excelentes dones, mucha capacidad, espléndidas cualidades; pero un defecto, un solo pecado albergado, ocasionará al carácter lo que al barco una tabla carcomida: un completo desastre y una ruina absoluta.—Joyas de los Testimonios 1:480. SC 281.4

Pablo llevaba consigo la atmósfera del cielo. Todos los que se asociaban con él sentían la influencia de su unión con Cristo. El hecho de que su propia vida ejemplificara la verdad que él proclamaba, daba poder convincente a su predicación. En esto reside la fuerza de la verdad. La influencia natural e inconsciente de una vida santa es el sermón más convincente que pueda predicarse en favor del cristianismo. Los argumentos, aun cuando sean incontestables, pueden provocar tan sólo oposición; mientras que un ejemplo piadoso tiene un poder al cual es imposible resistir completamente.—Obreros Evangélicos, 60. SC 282.1

El verdadero carácter no se forma desde el exterior, para revestirse uno con él; irradia desde adentro. Si queremos conducir a otros por la senda de la justicia, los principios de la justicia deben ser engarzados en nuestro propio corazón. Nuestra profesión de fe puede proclamar la teoría de la religión, pero es nuestra piedad práctica la que pone de relieve la palabra de verdad. La vida consecuente, la santa conversación, la integridad inquebrantable, el espíritu activo y benévolo, el ejemplo piadoso, tales son los medios por los cuales la luz es comunicada al mundo.—El Deseado de Todas las Gentes, 263. SC 282.2

Las oraciones, la exhortación y la conversación son frutos de poco precio, y frecuentemente se presentan juntos; pero los frutos que se manifiestan en buenas obras, en cuidar de los necesitados, los huérfanos, las viudas, son los verdaderos y los produce naturalmente un buen árbol.—Testimonies for the Church 2:24. SC 282.3