Servicio Cristiano

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Hagamos interesantes las reuniones

Aprovéchese la reunión misionera para enseñar a la gente cómo hacer obra misionera.—An Appeal to Our Churches in Behalf of Home Missionary Work, 11. SC 261.3

Nuestras reuniones de oración y testimonios debieran ser ocasiones de ayuda y animación especial. Cada uno tiene una obra que hacer para que estas reuniones sean tan interesantes y provechosas como sea posible. Esto puede lograrse fácilmente teniendo una fresca experiencia diaria en las cosas de Dios y no vacilando en hablar de su amor en las asambleas de su pueblo. Si no permitís que las tinieblas o la incredulidad penetren en vuestros corazones, ellas no se manifestarán tampoco en vuestras reuniones.—The Southern Watchman, 7 de marzo de 1905. SC 261.4

Nuestras reuniones deben hacerse intensamente interesantes. Deben estar impregnadas por la misma atmósfera del cielo. No haya discursos largos y áridos ni oraciones formales simplemente para ocupar el tiempo. Todos deben estar listos para hacer su parte con prontitud, y cuando han cumplido su deber, la reunión debe clausurarse. Así el interés será mantenido hasta el final. Esto es ofrecer a Dios un culto aceptable. Su servicio debe ser hecho interesante y atrayente, y no dejarse que degenere en una forma árida. Debemos vivir por Cristo minuto tras minuto, hora tras hora y día tras día. Entonces Cristo morará en nosotros, y cuando nos reunamos, su amor estará en nuestro corazón, y al brotar como un manantial en el desierto, refrescará a todos y dará a los que están por perecer avidez por beber las aguas de vida.—Joyas de los Testimonios 2:252. SC 262.1

No imaginéis que podréis despertar el interés de los jóvenes yendo a una reunión misionera y predicando un largo sermón. Idead modos por los cuales pueda despertarse un vivo interés. De semana en semana, deben los jóvenes traer sus informes, contando lo que han tratado de hacer para el Salvador, y qué éxito tuvieron. Si la reunión misionera fuese trocada en ocasión de dar semejantes informes, no sería monótona, tediosa ni desprovista de interés. Sería muy interesante, y no le faltaría asistencia.—Obreros Evangélicos, 223. SC 262.2

Cuando la fe eche mano de Cristo, la verdad deleitará el alma y los servicios religiosos no serán áridos ni carentes de interés. Nuestras reuniones de testimonios, ahora tibias y sin aliento, serán vivificadas por el Espíritu Santo; y diariamente tendréis una rica experiencia mientras practiquéis el cristianismo que profesáis.—Joyas de los Testimonios 3:70. SC 262.3