Servicio Cristiano

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Un plan que tendrá éxito

Uno de los nuevos planes para alcanzar a los incrédulos es el de la campaña de la Recolección Anual en favor de las misiones. En muchos lugares, durante los pasados pocos años, ésta ha resultado un éxito y ha sido una bendición para muchos, aumentando la afluencia de medios a la tesorería de las misiones. Cuando a los que no son de nuestra fe se los ha familiarizado con el progreso del mensaje del tercer ángel en los países paganos, se han despertado sus simpatías; y algunos han tratado de conocer más acerca de la verdad que tiene tal poder para transformar los corazones y las vidas. Hombres y muieres de todas clases han sido alcanzados, y el nombre de Dios ha sido glorificado.—Manuscrito 2, 5 de junio de 1914, “Consecrated Efforts to Reach Unbelievers” [Esfuerzos Consagrados para Alcanzar a los no Creyentes]. SC 208.2

Algunos pueden poner la objeción de que no es apropiado recibir ofrendas de los no creyentes. Pregúntense los tales: “¿Quién es el verdadero dueño de nuestro mundo? ¿A quién pertenecen sus casas y terrenos y sus tesoros de oro y plata?” Dios tiene abundancia en nuestro mundo, y él ha colocado sus bienes en las manos de todos, tanto de los obedientes como de los desobedientes. Está listo para conmover el corazón de hombres mundanos, aun de los idólatras, para que den de su abundancia para el sostén de su obra; y Dios hará esto tan pronto como sus hijos aprendan a acercarse a estos hombres sabiamente y a llamar su atención a lo que es su privilegio hacer. Si las necesidades de la obra de Dios fueran presentadas de la debida manera delante de los que tienen medios e influencia, estos hombres podrían hacer mucho por el progreso de la causa de la verdad presente. El pueblo de Dios ha perdido muchos privilegios que podría haber aprovechado, si no hubiera preferido permanecer independiente del mundo.—The Southern Watchman, 15 de marzo de 1904. SC 208.3

El Señor conmueve aún el corazón de reyes y gobernantes en favor de su pueblo. Los que trabajan para él han de valerse de la ayuda que él induce a los hombres a dar para el avance de su causa. Los agentes de los cuales provienen estas dádivas pueden abrir caminos por los cuales la luz de la verdad pueda ser dada a muchos países entenebrecidos. Estos hombres pueden no tener simpatía hacia la obra de Dios ni fe en Cristo, ni conocimiento de su Palabra; pero sus dones no han de ser rechazados por este motivo.—The Southern Watchman, 15 de marzo de 1904. SC 209.1

El Señor ha colocado sus bienes en manos de los no creyentes así como de los cristianos; todos pueden devolverle lo que le pertenece para la realización de la obra que debe ser hecha en favor de un mundo caído. Mientras estemos en este mundo, mientras el Espíritu de Dios contienda con los hijos de los hombres, hemos de recibir y hacer favores. Hemos de dar al mundo la luz de la verdad, tal como se revela en las Escrituras; y hemos de recibir de los hombres del mundo aquello que Dios los induce a dar para su causa.—The Southern Watchman, 15 de marzo de 1904. SC 209.2

Todo el mundo, con sus riquezas y tesoros pertenece a Dios, aun cuando ahora casi todo está en posesión de hombres malos. “De Jehová es la tierra y su plenitud.” “Mía es la plata, y mío el oro, dice Jehová de los ejércitos.” “Porque mía es toda bestia del bosque, y los millares de animales en los collados. Conozco todas las aves de los montes, y en mi poder están las fieras del campo. Si yo tuviese hambre, no te lo diría a ti: porque mío es el mundo y su plenitud.” Ojalá que los cristianos se den cuenta cada vez más plenamente de que tienen el privilegio y el deber de aprovechar, siempre que sea sobre principios rectos, toda oportunidad enviada por el cielo para el avance del reino de Dios en este mundo.—The Southern Watchman, 15 de marzo de 1904. SC 210.1