Nuestra Elevada Vocacion

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Victoria tras victoria, 30 de abril

Porque todo aquello que es nacido de Dios vence al mundo: y ésta es la victoria que vence al mundo, nuestra fe. 1 Juan 5:4. NEV 128.1

Cuando las nubes se interponen entre vuestra alma y Dios, cuando hay tinieblas a vuestro alrededor, cuando el enemigo está listo para robarle al alma su integridad hacia Dios y la verdad, y cuando el error es considerado plausible y atractivo, entonces es tiempo de orar y ejercer fe en Dios. ... NEV 128.2

El alma, alimentando esa fe, es capaz de levantarse por encima de sí misma y de traspasar la infernal sombra que el enemigo arroja a través de la senda de cada alma que lucha por la corona inmortal. ... NEV 128.3

Jesús dijo: “Velad y orad, para que no entréis en tentación”. Marcos 14:38. Debemos velar y orar todo el tiempo que Satanás nos traiga nubes de incredulidad, compuestas de toda cosa mala que pueda inventar para inducir al alma humana a ceder a la tentación. Pero esta nube que está entre Dios y el instrumento humano no puede envolver al hombre y penetrar en su alma, a menos que él abra su mente y su corazón a sus oscuros rayos. Los ángeles de Dios guardarán de la venenosa malaria de las tentaciones del maligno a todo hombre que se levante por encima de su yo y de las circunstancias que lo rodean, contemplando a Jesús a través de toda niebla y nube, traspasando por fe las tentaciones más tenebrosas. ... Unidos con Cristo, recibiréis todo el poder que requerís. Permaneciendo en él, podéis luchar varonilmente. Cuanto más creáis y confiéis como niños en el Señor Jesús, tanto mayor será vuestra capacidad para creer. Por fe permaneceréis firmes. NEV 128.4

Únicamente mediante el ejercicio de la fe podéis conquistar el yo. ... El yo es el terreno en el cual Satanás siempre encuentra y maneja aquello que desea engañar y vencer. Pero si la justicia de Cristo se revela en vosotros, os fortaleceréis. Mirando más allá de vosotros, hacia el Salvador crucificado, hacia el Salvador resucitado y ascendido, el cual es nuestro abogado, y hace intercesión por vosotros, y aferrándoos al poder y la eficacia de Cristo, podéis salir vencedores.—Carta 30, 1896, pp. 1-3, 6. NEV 128.5

Ninguna de las victorias que se han ganado puede compararse con las victorias de la fe. No dejéis de asiros de la fe. Podrá triunfar en medio del desánimo, obteniendo victoria tras victoria.—Carta 111, 1902, pp. 2. NEV 128.6