Nuestra Elevada Vocacion

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Llevando el yugo de Cristo, 4 de abril

Porque mi yugo es fácil y ligera mi carga. Mateo 11:30. NEV 102.1

Llevar el yugo con Cristo, significa trabajar en su plan, ser un copartícipe con él en sus sufrimientos y afanes por la humanidad perdida.—Carta 71, 1895. NEV 102.2

Al aceptar el yugo de Cristo, que impone restricción y obediencia, encontraréis que es de la mayor ayuda para vosotros. El llevar su yugo os mantiene cerca, al lado de Cristo, y él lleva la parte más pesada de la carga.—Carta 144, 1901. NEV 102.3

El yugo y la cruz son símbolos que representan una misma cosa: la entrega de la voluntad a Dios. Llevar el yugo, pone al hombre finito en comunión con el amado Hijo de Dios. El levantar la cruz, suprime el yo del alma, y coloca al hombre en un lugar donde aprende a llevar las cargas de Cristo. No podemos seguir a Cristo sin llevar su yugo, sin levantar la cruz y llevarla tras él. Nuestra voluntad no está de acuerdo con los requerimientos divinos; tenemos que negar nuestras inclinaciones, abandonar nuestros mejores deseos, y andar en las pisadas de Cristo. ... NEV 102.4

Los hombres preparan para sus cuellos, yugos que parecen livianos y agradables de llevar, pero que resultan extremadamente irritantes. Cristo ve esto y dice: Llevad mi yugo sobre vosotros. El yugo que queréis poner sobre vuestro cuello, pensando que calzará perfectamente, no sirve para él. Tomad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí la lección que necesitáis aprender.—The Review and Herald, 23 de octubre de 1900. NEV 102.5

Vuestra obra no consiste en cargaros por vuestra cuenta. ... A menudo pensamos que pasamos un tiempo bien difícil, llevando cargas, y a menudo ése es el caso, porque Dios no nos ha ordenado llevar esas cargas; pero cuando llevamos su yugo y llevamos sus cargas, podemos testificar que el yugo de Cristo es fácil y sus cargas son ligeras, porque él ha hecho provisión para esto.—The Review and Herald, 10 de mayo de 1887. NEV 102.6

Sin embargo, ese yugo no nos dará una vida fácil, de libertad y de complacencia egoísta. La vida de Cristo fué de sacrificio propio y abnegación a cada paso; y el verdadero seguidor de Cristo, con una ternura y un amor cristianos y consecuentes, andará en las pisadas del Maestro, y a medida que avance en esta vida, se verá cada vez más inspirado por el Espíritu y la vida de Cristo. —The Signs of the Times, 16 de abril de 1912. NEV 102.7