Nuestra Elevada Vocacion

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El precio de nuestra elevada vocación, 31 de diciembre

Hermanos, yo mismo no hago cuenta de haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo al blanco, al premio de la soberana vocación de Dios en Cristo Jesús. Filipenses 3:13, 14. NEV 373.1

El que desee adquirir un carácter fuerte, el que desee ser un cristiano equilibrado, debe dar todo y hacer todo por Cristo. ... Pablo hacía muchas cosas. Desde el tiempo que decidió ser fiel a Cristo, su vida estuvo llena de un servicio incansable. De ciudad en ciudad, de país en país, viajaba relatando la historia de la cruz, ganando conversos al Evangelio y estableciendo iglesias. ... A veces trabajaba en su oficio para ganarse el pan cotidiano. Pero en todas las absorbentes actividades de su vida, Pablo nunca perdió de vista su gran propósito: extenderse hacia el premio de su soberana vocación. Mantenía resueltamente su blanco ante sí: ser fiel a Uno que se le reveló junto a la puerta de Damasco. Nada tenía poder para apartarlo de ese blanco. ... NEV 373.2

El gran propósito que le constreñía a avanzar ante las penalidades y dificultades, debe inducir a cada obrero cristiano a consagrarse enteramente al servicio de Dios. Se le presentarán atracciones mundanales para quitar su atención del Salvador, pero debe avanzar hacia la meta, mostrando al mundo, a los ángeles y a los hombres que la esperanza de ver el rostro de Dios es digna de todo el esfuerzo y el sacrificio que demanda el logro de esta esperanza.—Los Hechos de los Apóstoles, 346. NEV 373.3

El más humilde de los discípulos de Cristo puede llegar a ser un habitante del cielo, y un heredero de Dios de una herencia incorruptible, y que no se marchita. ¡Ojalá que todos eligieran el don celestial, y llegaran a ser herederos de Dios de esa herencia cuyo título está asegurado contra todo destructor, de un mundo sin fin! ¡Oh, no elijáis al mundo, sino elegid la herencia mejor! Apresuraos, apurad el paso hacia la meta en demanda del premio de vuestra elevada vocación en Cristo Jesús.—Fundamentals of Christian Education, 235. NEV 373.4

Pronto presenciaremos la coronación de nuestro Rey. Aquellos cuya vida quedó escondida con Cristo, aquellos que en esta tierra pelearon la buena batalla de la fe, resplandecerán con la gloria del Redentor en el reino de Dios.—Joyas de los Testimonios 3:434. NEV 373.5