Nuestra Elevada Vocacion

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La recompensa de los hábitos temperantes, 20 de septiembre

Y Daniel propuso en su corazón de no contaminarse en la ración de la comida del rey, ni en el vino de su beber: pidió por tanto al príncipe de los eunucos de no contaminarse. Daniel 1:8. NEV 271.1

La inspiración ha registrado la historia de Daniel y sus compañeros como un ejemplo brillante para los jóvenes de todos los siglos siguientes. ... Aquellos que quieran preservar sus facultades intactas para el servicio de Dios deben observar una estricta temperancia en el uso de todas sus bondades, como también una abstinencia total de toda indulgencia perjudicial o envilecedora. NEV 271.2

Los jóvenes están rodeados por tentaciones dirigidas al apetito. ... Aquellos que, como Daniel, rehusen contaminarse, cosecharán la recompensa de sus hábitos de temperancia. Con su gran resistencia física y acrecentado poder de resistencia, tienen un depósito del cual echar mano en caso de emergencia. NEV 271.3

Los hábitos físicos debidos promueven la superioridad mental. El poder intelectual, la fortaleza física y la longevidad dependen de leyes inmutables. En esta cuestión no hay casualidades. Los poderes más elevados no interferirán para preservar a los hombres de las consecuencias de la violación de las leyes de la salud.—The Signs of the Times, 2 de marzo de 1882. NEV 271.4

La pregunta que debe hacerse cada joven ... es: ¿Debo consultar mi inclinación y complacer mi apetito, o debo seguir los dictados de la conciencia y mantener mi cabeza libre y preservar mis facultades físicas, absteniéndome de toda práctica que las debilite? ¿Caeré como presa de las costumbres del mundo, ... o me alejaré de toda costumbre cuyos resultados sean envilecedores? ¿No honraré a Dios antes que agradar al mundo? ... NEV 271.5

Daniel y sus compañeros comprendieron que estaban en juego los principios, y que no podían soportar ninguna transigencia con el tentador. La luz y la verdad que se reflejan del trono de Dios fueron de más aprecio para ellos que cualquier honor que los hombres podían concederles. Es el privilegio de los jóvenes de hoy ser tan firmes y fieles ... como lo fueron los jóvenes judíos en el reino de Babilonia. ... Dios honró a Daniel, y él honrará a todo joven que siga la conducta que adoptó Daniel al honrarlo.—The Youth’s Instructor, 25 de octubre de 1894. NEV 271.6