Nuestra Elevada Vocacion

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La corte de la vida santa, 7 de junio

Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, gente santa, pueblo adquirido, para que anunciéis las virtudes de aquel que os ha llamado de las tinieblas a su luz admirable. 1 Pedro 2:9. NEV 166.1

La iglesia de Cristo en la tierra está en medio de la oscuridad moral de un mundo desleal, que está pisoteando la ley de Jehová. Pero su Redentor, que ha comprado su rescate mediante el precio de su propia sangre preciosa, ha hecho todas las provisiones para que su iglesia sea un cuerpo transformado, iluminado con la Luz del mundo, que posea la gloria de Emmanuel. Los brillantes rayos del Sol de Justicia, resplandeciendo a través de su iglesia, reunirán en el aprisco a todas las ovejas perdidas y descarriadas que vayan a él y encuentren refugio en él. Hallarán paz, luz y gozo en Aquel que es paz y justicia por siempre.—Carta 89c, 1897; The S.D.A. Bible Commentary 7:968. NEV 166.2

Los miembros de la iglesia debieran mantener individualmente la luz del amor de Dios brillando en sus almas, y hacerla brillar también para otros. Tenemos mucho en juego para permitir que el letargo espiritual nos cubra. Cuidémonos de fomentar la aversión por los servicios religiosos y los deberes religiosos. Luchemos resueltamente contra esa inactividad del alma, que es tan fatal para el crecimiento y aun la vida del cristiano. La iglesia cuyos miembros se esfuercen activamente y en forma personal por hacer bien a otros y por salvar a las almas, será saludable y próspera. Este será un constante incentivo para toda buena obra. Tales cristianos trabajarán para asegurar su propia salvación. Las energías adormecidas despertarán, toda el alma será inspirada por una invencible determinación de lograr la aprobación del Salvador: “Bien hecho”, y llevar la corona de la victoria.—The Signs of the Times, 12 de enero de 1882. NEV 166.3

Cristo hace de su iglesia un hermoso templo para Dios. “Donde están dos o tres congregados en mi nombre—declara—allí estoy en medio de ellos”. Mateo 18:20. Su iglesia es la corte de la vida santa, llena de diversos dones, y dotada del Espíritu Santo. El cielo asigna deberes apropiados a cada miembro de la iglesia en la tierra, y todos deben encontrar su felicidad en la felicidad de aquellos a quienes ayudan y bendicen.—The Signs of the Times, 1 de marzo de 1910. NEV 166.4