Mensajes Selectos Tomo 1

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Formas fáciles de perder las bendiciones

Ultimamente algunas cosas han sido presentadas en mi mente con mucho vigor y me siento constreñida por el Espíritu de Dios a escribir acerca de ellas.* ¿Le ha abierto el Señor bondadosamente las ventanas del cielo y ha derramado sobre Ud. una bendición? ¡Oh! Entonces ésa era precisamente la ocasión para instruir a los profesores y alumnos en cuanto a la forma de retener el precioso don de Dios procediendo de acuerdo con una luz mayor y enviando a otros sus preciosos rayos. ¿Se ha dado luz del cielo? ¿Y con qué propósito ha sido dada? Para que brille la luz en forma de obras prácticas de justicia. Cuando se vea en los que han sido así abundantemente bendecidos una piedad más profunda y más ferviente, cuando comprendan que han sido comprados a costa de la preciosa sangre del Cordero de Dios y que están revestidos con la vestimenta de la salvación de Cristo, ¿no lo representarán a él? 1MS 153.2

Los juegos de competencia, los premios y el uso de guantes de box, ¿no han estado enseñando y preparando [a los que participaban en ellos], bajo la dirección de Satanás, para llevarlos a la posesión de las características satánicas? Qué sucedería si pudieran ver a Jesús, el Hombre del Calvario, contemplándolos adolorido, como fue presentado ante mí. Ciertamente, las cosas están recibiendo un molde equivocado y están contrarrestando la obra del poder divino que ha sido prodigado tan generosamente. La obra de cada verdadero cristiano es la de representar a Cristo, la de reflejar la luz, elevar las normas de moral, y mediante palabras e influencia consagradas a Dios, instar a los descuidados y atolondrados a pensar en Dios y en la eternidad. El mundo dejaría gozosamente a la eternidad fuera de su cómputo, pero no podrán tener éxito mientras estén los que representan a Cristo en su vida práctica. 1MS 154.1

Cada creyente constituye un eslabón en la áurea cadena que conecta el alma con Jesucristo, y es el canal de comunicación de aquella luz para los que están en tinieblas. Si pierde uno su relación con Cristo, Satanás aprovecha la oportunidad para inducirlo a deshonrar a Cristo mediante palabras, espíritu y hechos, y así es mal interpretado el carácter de Cristo. Le pregunto, mi hermano, si la religión de Jesucristo no es mal interpretada por el exceso de diversiones. Cuando el Señor dio a Battle Creek las riquezas de su gracia, los que estaban en puestos de responsabilidad, ¿pudieron haber dirigido a esas almas en la forma de utilizar los dones dados para efectuar un trabajo bueno y provechoso, trabajo que hubiera sido una variación respecto a los estudios, sin recurrir a la excitación y las emociones provocadas por los juegos? Esa forma de pasatiempo no beneficia la mente, el espíritu ni las costumbres para la preparación para las escenas de juicio en que debemos entrar pronto. La piedad superficial que pasa por religión será consumida cuando sea probada en el horno. 1MS 154.2

El Señor quiere que los docentes consideren que su ejemplo es contagioso. Necesitan orar mucho más y considerar que las convicciones que emanan de una vida bien ordenada y una conversación piadosa, de un cristianismo decidido y viviente, son la preparación del huerto del corazón para las semillas de la verdad que se han de plantar para una cosecha fructífera, y para el Sol de Justicia cuando venga trayendo salud en sus rayos. Brille de tal modo su justicia delante de los hombres, “que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos”. Mateo 5:16. “Vosotros sois—dijo Cristo a sus discípulos—, la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres”. Mateo 5:13. La iglesia ilumina al mundo, no por su profesión de piedad, sino por la manifestación del poder de la verdad que transforma y santifica la vida y el carácter... 1MS 155.1

Ciertamente, el tiempo está demasiado lleno de señales del conflicto venidero para que eduquemos a la juventud en diversiones y juegos.—Carta 46, 1893. 1MS 155.2