Mensajes Selectos Tomo 1

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Preciosas gemas en las minas de la verdad

Después de la crucifixión y resurrección de Cristo, sus discípulos escucharon sus lecciones de verdad con admiración y asombro, pues les parecían como nuevas ideas para ellos. Pero él les dijo: “Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros... Entonces les abrió el entendimiento para que comprendiesen las Escrituras”. Lucas 24:44, 45. La verdad se está desplegando constantemente, y presenta nuevos aspectos a las diferentes mentes. Todos los que cavan en las minas de la verdad descubrirán constantemente ricas y preciosas gemas. Estamos ansiosos de que todos los que pretenden creer la verdad que ahora se presenta ante nosotros, y especialmente los que tienen la responsabilidad de enseñar la verdad a otros, posean un concepto más claro ellos mismos del importantísimo significado de los temas de la Biblia. 1MS 472.2

Los que defienden la vindicación de la ley de Dios están en una situación en la que necesitan mucho del Espíritu de Dios. Si a los ministros les falta humildad; si se irritan fácilmente cuando hallan oposición, es evidente que necesitan iluminación divina. Los hombres deben manifestar la gracia de Cristo cuando trabajan por las almas. La verdad como es en Jesús tendrá una influencia completamente diferente en las mentes de los incrédulos de la que ha tenido cuando fue presentada como una teoría o como un tema de controversia. 1MS 473.1

Si hacemos lo mejor que podemos para presentar la verdad en su carácter conmovedor, oponiéndonos a las opiniones e ideas de otros, será mal interpretada, mal aplicada y deformada ante los que fomentan el error, a fin de hacerla aparecer objetable. Hay pocos a quienes presentéis la verdad que no hayan estado bebiendo del vino de Babilonia. Les es difícil comprender la verdad. De ahí la necesidad de enseñarla como es en Jesús. 1MS 473.2

Los que pretenden ser amantes de la verdad tienen los medios para ser mansos y humildes de corazón, como fue el gran Maestro. Los que han estado trabajando diligentemente en las minas de la Palabra de Dios y han descubierto el precioso mineral en las ricas vetas de verdad, en los divinos misterios que han estado ocultos durante siglos, ensalzarán al Señor Jesús, la Fuente de toda verdad, revelando en sus caracteres el poder santificador de lo que creen. Jesús y su gracia deben ser entronizados en el santuario más íntimo del alma. Entonces él será revelado en palabras, en oración, en exhortación, en la presentación de la sagrada verdad, pues éste es el gran secreto del éxito espiritual. 1MS 473.3

Cuando el yo se entreteje en nuestras labores, entonces la verdad que llevamos a otros no santifica, refina ni ennoblece nuestro propio corazón. No testificará de que somos vasos adecuados para el uso del Maestro. Sólo mediante la oración ferviente podemos tener una dulce comunión con Jesús, y mediante esa bendita comunión las palabras y el espíritu reciben la fragancia del espíritu de Cristo. No hay un corazón que no se beneficie al velar. Jesús, el precioso Salvador, nos ordenó velar. La vigilancia del yo no debe ser descuidada ni por un momento. Debe cuidarse diligentemente el corazón, porque de él mana la vida. Vigilad y disciplinad los pensamientos para que no pequéis con vuestros labios. 1MS 474.1