Mensajes Selectos Tomo 1

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Capítulo 31—La ley en Gálatas

Cristo y la Ley

SE ME pregunta acerca de la ley en Gálatas. ¿Cuál ley es el ayo para llevarnos a Cristo? Contesto: Ambas, la ceremonial y el código moral de los Diez Mandamientos. 1MS 274.1

Cristo fue el fundamento de todo el sistema judío. La muerte de Abel fue una consecuencia de no haber aceptado Caín el plan de Dios en la escuela de la obediencia para ser salvado por la sangre de Jesucristo, simbolizada por las ofrendas de sacrificio que señalaban a Cristo. Caín rehusó la efusión de sangre que simbolizaba la sangre de Cristo que había de ser derramada por el mundo. Toda esta ceremonia fue preparada por Dios, y Cristo vino a ser el fundamento de todo el sistema. Este es el comienzo de la obra de la ley como el ayo que lleva a los instrumentos humanos pecaminosos a considerar a Cristo como el fundamento de todo el sistema judío. 1MS 274.2

Todos los que servían en relación con el santuario eran educados constantemente acerca de la intervención de Cristo a favor de la raza humana. Ese servicio tenía el propósito de crear en cada corazón amor por la ley de Dios, que es la ley del reino divino. Las ofrendas de sacrificios habían de ser una lección objetiva del amor de Dios revelado en Cristo: en la víctima doliente, moribunda, que tomó sobre sí el pecado del cual era culpable el hombre, haciéndose pecado el Inocente por nosotros. 1MS 274.3

En la contemplación de este gran tema de la salvación, vemos la obra de Cristo. No sólo el don prometido del Espíritu sino también la naturaleza y el carácter de ese sacrificio y de esa mediación son temas que debieran crear en nuestro corazón ideas elevadas, sagradas y sublimes de la ley de Dios, que sigue en vigencia para todos los seres humanos. La violación de esa ley en el pequeño acto de comer del fruto prohibido trajo sobre el hombre y sobre la tierra la consecuencia de la desobediencia a la santa ley de Dios. La naturaleza de la mediación siempre debiera hacer al hombre temeroso de incurrir en el más pequeño acto de desobediencia a los requisitos de Dios. 1MS 275.1

Debiera haber una clara comprensión de lo que significa el pecado y debiéramos evitar la más pequeña aproximación que nos induzca a cruzar las fronteras entre la obediencia y la desobediencia. 1MS 275.2

Dios quiere que cada miembro de su creación entienda la gran obra del infinito Hijo de Dios al dar su vida por la salvación del mundo. “Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él”. 1 Juan 3:1. 1MS 275.3

Cuando el pecador ve en Cristo la corporización del amor y de la benevolencia infinitos y desinteresados, se despierta en su corazón una disposición agradecida a seguir donde Cristo indica.—Manuscrito 87, 1900. 1MS 275.4