Mensajes Selectos Tomo 1

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Enseñad los pasos de la conversión

Los ministros necesitan usar una forma más clara y sencilla para presentar la verdad como es en Jesús. Su propia mente necesita comprender más plenamente el gran plan de la salvación. Entonces podrán apartar las mentes de sus oyentes de las cosas terrenales a las espirituales y eternas. Hay muchos que desean saber qué deben hacer para ser salvos. Necesitan una sencilla y clara explicación de los pasos requeridos en la conversión, y no debiera presentarse un sermón a menos que se trate una parte de lo que especialmente aclara el camino para que los pecadores puedan ir a Cristo y ser salvos. Como lo hizo Juan, debieran señalar a Cristo y con sencillez conmovedora, con sus corazones encendidos con el amor de Cristo, debieran decir: “He aquí el Cordero de Dios que quita los pecados del mundo”. Debieran extenderse vigorosas y fervientes exhortaciones para que se arrepientan y conviertan los pecadores. 1MS 184.1

Los que descuidan esta parte de la obra, necesitan convertirse ellos mismos antes de aventurarse a dar un discurso. Aquellos cuyo corazón está lleno del amor de Jesús, con las preciosas verdades de su Palabra, podrán sacar de la tesorería de Dios cosas nuevas y viejas. No encontrarán tiempo para relatar anécdotas; no se esforzarán por llegar a ser oradores que se remonten tan alto que no puedan llevar a la gente consigo, sino que en lenguaje sencillo, con fervor conmovedor, presentarán la verdad tal como es en Jesús.—The Review and Herald, 22 de febrero de 1887. 1MS 184.2