La Verdad acerca de los Angeles

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El arca del pacto en el cielo

El Señor me dio una visión del santuario celestial. El templo de Dios estaba abierto en el cielo, y me fue mostrada el arca de Dios cubierta con el propiciatorio. Dos ángeles estaban a los dos extremos del arca, con sus alas extendidas sobre el propiciatorio y sus rostros mirando hacia él. Mi ángel acompañante me informó que ellos representaban a la hueste angelical que mira con profunda reverencia la ley de Dios que fue escrita con su propio dedo.—Notas Biográficas de Elena G. de White, 237 (1880). VAAn 254.2

El arca del santuario terrenal fue construida siguiendo el modelo del arca en el santuario celestial. Allí, junto al arca en el cielo, hay ángeles vivientes con una de sus alas cubriendo el propiciatorio y dirigida hacia lo alto, y con la otra cubriéndose a sí mismos en señal de reverencia y humildad.—The Signs of the Times, 24 de junio de 1880. VAAn 254.3

Ojalá todos pudieran contemplar a nuestro precioso Salvador tal como es: un Salvador. Que su mano aparte el velo que oculta su gloria de nuestros ojos. Aparece en su elevado y santo lugar. ¿Qué veremos? Nuestro Salvador no está en silencio e inactividad: está rodeado por seres celestiales, querubines y serafines, miríadas y miríadas de ángeles. VAAn 254.4

Todos estos seres celestiales tienen un propósito superior a todos los demás, en el cual están intensamente interesados: la iglesia [de Cristo] en un mundo de corrupción... Están trabajando para Cristo, bajo su mandato, para salvar hasta lo sumo a todos los que dependen de él y creen en él. Estos seres celestiales se apresuran en su misión... Están unidos en una santa alianza, en una grandiosa y sublime unidad de propósito, para mostrar el poder, la compasión, el amor y la gloria del Salvador crucificado y resucitado. VAAn 255.1

Estos ejércitos del cielo ilustran con su servicio lo que debiera ser la iglesia de Dios. Cristo está trabajando en favor de ellos en los atrios celestiales, enviando a sus mensajeros a todas partes del globo para que ayuden a cada sufriente que acude a él en busca de ayuda, de vida espiritual y conocimiento.—Comentario Bíblico Adventista 7:979. VAAn 255.2