Recibiréis Poder

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Muy cerca de los niños, 11 de mayo

Y le presentaban niños para que los tocase; y los discípulos reprendían a los que los presentaban. Viéndolo Jesús, se indignó, y les dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios. De cierto os digo, que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él. Y tomándolos en los brazos, poniendo las manos sobre ellos, los bendecía. Marcos 10:13-16. RP 142.1

Dios desea que cada uno de los pequeñitos sea hijo suyo para adoptarlo en la familia celestial. Por jóvenes que parezcan, pueden ser miembros de la familia de la fe y llegar a adquirir la más preciosa experiencia. Al ser tiernos de corazón estarán en condiciones de recibir las impresiones que van a perdurar. Sus corazones podrán ser inspirados a confiar en el amor de Jesús y a vivir para el Salvador. Cristo hará de ellos pequeños misioneros. Toda la dirección de sus pensamientos podrá ser orientada al punto de que el pecado no les parezca deseable, sino repugnante y detestable. RP 142.2

Tanto los niños pequeños como los mayores recibirán mucho beneficio de esta instrucción. En la medida que el plan de la salvación sea simplificado, los maestros disfrutarán de la misma bendición que sus estudiantes. El Espíritu Santo fijará las lecciones en las mentes receptivas de los niños, para que con su simplicidad puedan captar las verdades de la Biblia. El Señor también les concederá a esos pequeños una experiencia en las filas misioneras. Les sugerirá formas de pensar que ni los propios maestros tienen. Estos niños debidamente instruidos serán testigos de la verdad. RP 142.3

Trabaje como si estuviese obrando en favor de su propia vida al tratar de salvar a los niños de ser arrastrados por las influencias corruptas y contaminadoras del ambiente. RP 142.4

Debería emplearse un maestro que pueda educar a los pequeños en la importante comprensión de la Palabra de Dios, cuya verdad es esencial para estos días finales. Se acerca una gran prueba: ella tiene que ver con la obediencia o desobediencia a los mandamientos de Dios.—The Advocate, 1 de noviembre de 1900. RP 142.5