Recibiréis Poder

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Capacitados para discernir entre la verdad y el error, 27 de abril

Porque éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo. Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. 2 Corintios 11:13, 14. RP 128.1

La verdad es eficaz y, al obedecerla, es poder que transforma la mente a la imagen de Cristo. La verdad tal cual es en Jesús es la que sensibiliza la conciencia y convierte la mente y el corazón mediante el Espíritu Santo. Sin embargo, hay muchos que, careciendo de discernimiento espiritual, toman la letra desnuda de la Palabra y la encuentran desprovista del Espíritu de Dios, lo cual no vivifica la mente ni santifica el corazón. Pueden ser capaces de citar el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento, y conocer las órdenes y las promesas de la Palabra de Dios, pero a menos que el Espíritu Santo afirme la verdad en el corazón e ilumine la mente con la luz divina, nadie caerá sobre la Roca y será quebrantado, porque él es el agente divino que vincula al creyente con Dios. RP 128.2

Sin la iluminación del Espíritu de Dios no estaremos en condiciones de discernir entre la verdad y el error. En consecuencia, caeremos en las trampas y los engaños maestros que Satanás armará para el mundo. Estamos cerca del fin de la controversia entre el Príncipe de la luz y el príncipe de las tinieblas, y pronto los engaños del enemigo probarán nuestra fe. Satanás obrará milagros en presencia de la bestia, y engañará “a los moradores de la tierra con las señales que se le ha permitido hacer en presencia de la bestia”. Apocalipsis 13:14. RP 128.3

Pero, aunque el príncipe de este mundo cubra la tierra de oscuridad y de tinieblas, el Señor manifestará a la gente su poder de conversión. Hay una obra que todavía debe hacerse, similar a que se realizó en ocasión del derramamiento del Espíritu Santo en los días de los discípulos, cuando predicaron a Cristo y a Cristo crucificado. Muchos se convertirán en un solo día, porque el mensaje avanzará con poder. Por esto puedo decir: “Pues nuestro evangelio no llegó a vosotros en palabras solamente, sino también en poder, en el Espíritu Santo”. 1 Tesalonicenses 1:5. Es el Espíritu Santo el que conduce a los creyentes a Cristo, por cuanto él toma los asuntos de Dios y los muestra a los pecadores. Jesús dijo: “El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber”. Juan 16:14.—The Review and Herald, 29 de noviembre de 1892. RP 128.4