Recibiréis Poder

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Listos para defender la esperanza, 25 de abril

Sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros. 1 Pedro 3:15. RP 126.1

Esto es lo que veremos si nos relacionamos con Dios. Dios quiere que dependamos de él y no del hombre. Desea que tengamos un corazón nuevo. Quiere darnos revelaciones de luz del trono de Dios. Debiéramos luchar con cada dificultad. Pero cuando se presenta algún punto controvertido, ¿habéis de ir al hombre para recoger su opinión y luego amoldar vuestras conclusiones con ella? No, id a Dios. Decidle lo que queréis. Tomad vuestra Biblia y escudriñadla como si se tratara de tesoros ocultos. RP 126.2

No profundizamos lo suficiente en nuestra búsqueda de la verdad. Cada alma que cree en la verdad presente será puesta en circunstancias en las que se le requerirá que dé razón de la esperanza que hay en ella. Los hijos de Dios tendrán que hallarse ante reyes, príncipes, gobernantes y grandes de la tierra, y éstos deberán saber que los hijos de Dios saben con certeza lo que es la verdad. Deben ser hombres y mujeres convertidos. Dios puede enseñaros más en un momento, mediante su Espíritu, que lo que podríais aprender de los grandes hombres de la tierra. El universo contempla la controversia que se desarrolla en la tierra. A un costo infinito, Dios ha provisto una oportunidad para que cada hombre sepa lo que lo hará sabio para la salvación. ¡Cuán ansiosamente miran los ángeles para ver quién aprovechará esa oportunidad! RP 126.3

Cuando se presenta un mensaje a los hijos de Dios, no deben levantarse en oposición contra él. Debieran ir a la Biblia, para compararlo con la ley y el testimonio, y si no soporta esta prueba, no es verdadero. Dios quiere que se expandan nuestras mentes. Quiere revestirnos con su gracia. Podemos disfrutar de un festín diario de cosas buenas, pues Dios puede abrir todos los tesoros del cielo para nosotros. Hemos de ser uno con Cristo como él es uno con su Padre. Y el Padre nos amará como ama a su Hijo. Podemos tener la misma ayuda que tuvo Cristo, podemos tener fortaleza para cada emergencia, pues Dios será nuestra vanguardia y nuestra retaguardia.—Mensajes Selectos 1:485, 486. RP 126.4