Mente, Carácter y Personalidad 2

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A veces las reprensiones son necesarias

Aunque nuestras palabras siempre deben ser amables y tiernas, nunca hemos de decir nada que convenza al malhechor de que Dios no pone objeciones a su camino. Este tipo de idea es terrenal y engañosa. No se da licencia para manifestaciones de afecto indebidas, para una emoción sentimental. Los que obran mal necesitan consejo y reprensión, y a veces tienen que ser duramente amonestados.—Manuscrito 17, 1899. 2MCP 221.4