Mente, Carácter y Personalidad 2

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Desarrollemos buenos hábitos mentales

Si queremos desarrollar un carácter que Dios pueda aceptar, debemos formar hábitos correctos con respecto a nuestra vida religiosa. La oración diaria es tan esencial para el crecimiento en la gracia, e incluso para la vida espiritual misma, como el alimento temporal lo es para el bienestar físico. Debemos acostumbrarnos a elevar a menudo nuestros pensamientos a Dios en oración. Si la mente divaga, debemos traerla de vuelta a su lugar; mediante un esfuerzo perseverante, el hábito finalmente lo hará todo fácil. No nos podemos separar ni un instante de Cristo y estar seguros. Necesitamos que su presencia nos ayude a cada paso, pero solo si cumplimos las condiciones que él mismo ha impuesto.—The Review and Herald, 3 de mayo de 1881; The Sanctified Life, 93. 2MCP 188.3