Mente, Carácter y Personalidad 2

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No pronunciemos palabras de controversia ante un enfermo

A la cabecera del enfermo, evítese toda palabra acerca de dogmas o controversias. Diríjase la atención del enfermo hacia Aquel que quiere salvar a todos los que a él acuden con fe. Con fervor y ternura, procúrese ayudar al alma pendiente entre la vida y la muerte.—El Ministerio de Curación, 83 (1905). 2MCP 145.3