Mente, Carácter y Personalidad 1

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Educar y disciplinar la mente

No importa de quién se trate [...] el Señor les ha bendecido con facultades intelectuales capaces de ser desarrolladas. Cultiven sus talentos con fervor perseverante. Eduquen y disciplinen la mente por el estudio, la observación y la meditación. No podrán entrar en contacto con la mente de Dios a menos que ustedes usen todas sus facultades. Las capacidades mentales se fortalecerán y desarrollarán si salen a trabajar con el temor de Dios, con humildad, y con una ferviente oración. Un propósito definido obrará milagros.—Notas Biográficas de Elena G. de White, 302, 303 (1915). 1MCP 19.3