Mensajes para los Jóvenes

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Fiel integridad

No se da la debida importancia al poder que los pequeños actos malos, las pequeñas inconsecuencias, tienen en la formación del carácter. En la Palabra de Dios se nos revelan los principios más grandiosos y elevados. Nos son dados para fortalecer todo esfuerzo en favor del bien, para gobernar y equilibrar la mente, para inducirnos a aspirar al logro de una norma elevada. MJ 20.3

En la historia de José, Daniel y sus compañeros, vemos cómo la áurea cadena de la verdad puede ligar a la juventud al trono de Dios. No podían ser tentados a apartarse de su integridad. Valoraron el favor de Dios por encima del favor y la alabanza de los príncipes, y Dios los amó y los cobijó bajo su escudo. MJ 20.4

El Señor los honró señaladamente delante de los hombres por su fiel integridad, por su determinación a honrar a Dios por encima de todo poder humano. Fueron honrados por el Señor Jehová de los ejércitos, cuyo poder se extiende sobre todas las obras de sus manos, arriba en el cielo y abajo en la tierra. Estos jóvenes no se avergonzaban de desplegar su verdadero estandarte. Hasta en la corte del rey, en sus palabras, en sus hábitos, en sus prácticas, confesaron su fe en el Señor Dios del cielo. Rehusaron inclinarse ante cualquier mandato terrenal que detrajera el honor de Dios. Tenían fuerza del cielo para confesar su lealtad a Dios. MJ 20.5

Deberían estar preparados para seguir el ejemplo de estos nobles jóvenes. No se avergüencen jamás de su bandera; tómenla y despliéguenla a la mirada de los hombres y los ángeles. No se dejen dominar por una falsa modestia, una falsa prudencia que les sugiera un curso de acción contrario a este consejo. Por la elección de sus palabras y una conducta consecuente, por su corrección, su ferviente piedad, hagan una profesión eficaz de su fe, decididos a que Cristo ocupe el trono en el templo del ser, y pongan sus talentos sin reservas a los pies del Señor, para que sean utilizados en su servicio. MJ 21.1