Mensajes para los Jóvenes

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Capítulo 65—El premio de la diligencia

Recuerden los jóvenes que el indolente pierde la inapreciable experiencia ganada por el fiel desempeño de los deberes diarios de la vida. El que es indolente y voluntariamente ignorante, coloca en su camino algo que siempre será un obstáculo para él. Rehúsa la cultura que proviene de un trabajo honrado. Roba a Dios al no extender una mano de ayuda a la humanidad. Su carrera es muy diferente de la que Dios le ha señalado; pues el despreciar el empleo útil estimula los gustos más bajos y, de hecho, paraliza las más útiles energías del ser. MJ 147.1

No solamente unos pocos, sino miles de seres humanos existen únicamente para consumir los beneficios que Dios en su misericordia les prodiga. Se olvidan de llevar al Señor sus ofrendas de gratitud por las riquezas que él les ha confiado al concederles los frutos de la tierra. Se olvidan que Dios desea que, mediante el empleo inteligente de los talentos que se les ha entregado, sean tanto productores como consumidores. Si comprendieran la obra que Dios desea que hagan como su mano ayudadora, no pensarían que es un privilegio rehuir toda responsabilidad que les haya sido confiada y que deben ser servidos. MJ 147.2