Mensajes para los Jóvenes

184/512

Capítulo 50—La educación para la eternidad

Juan escribe: “Os escribí a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, la Palabra de Dios mora en vosotros y habéis vencido al maligno”.1 Y Pablo manda a Tito que exhorte a los jóvenes a que sean “sensatos”.2 Eleven el espíritu con el fin de ser como Daniel, un servidor leal e invariable del Señor de los ejércitos. Consideren bien la senda de sus pies; pues se hallan sobre tierra santa, y los ángeles de Dios están a su alrededor. MJ 123.1

Es justo que sientan que deben subir hasta el peldaño más alto de la escalera del saber. La filosofía y la historia son estudios importantes; con todo, el sacrificio de tiempo y dinero no aprovechará nada si no usan lo que alcancen para honra de Dios y el bien de la humanidad. A menos que el conocimiento de la ciencia sea un peldaño para alcanzar los más elevados propósitos, carece de valor. MJ 123.2

La educación que no suministre conocimiento tan duradero como la eternidad, no tiene objeto. A menos que tengan presente el cielo y la vida inmortal futura, lo que alcancen no tiene valor permanente. Pero si Jesús es su Maestro, no simplemente un día de la semana, sino cada día y cada hora, podrán tener su favor en la adquisición de conocimientos literarios.—Consejos para los Maestros Padres y Alumnos acerca de la Educación Cristiana, 405. MJ 123.3