Mensajes para los Jóvenes

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La preparación para un servicio superior

El Señor desea que obtengamos toda la educación posible, con el objeto de impartir nuestro conocimiento a otros. Nadie puede saber dónde o cómo ha de ser llamado a trabajar o hablar en favor de Dios. Únicamente nuestro Padre celestial ve lo que puede hacer de cada uno. Hay ante nosotros posibilidades que nuestra débil fe no discierne. Nuestra mente debiera ser enseñada en forma tal que, si fuera necesario, podamos presentar las verdades de la Palabra de Dios ante las más altas autoridades terrenales y de un modo que glorifique su nombre. No deberíamos descuidar ni una sola oportunidad de prepararnos intelectualmente para trabajar por Dios. MJ 121.2