Mensajes para los Jóvenes

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La comunión con Cristo

El conflicto en que deben tomar parte activa se desarrolla en su vida diaria. ¿No quieren, en tiempos de prueba, poner sus deseos junto a la Palabra escrita y buscar en ferviente oración a Jesús para que los aconseje? Muchos declaran que no hay ciertamente mal alguno en ir a un concierto y descuidar la reunión de oración o ausentarse de las reuniones donde los siervos de Dios han de presentar un mensaje del cielo. Es más seguro para ustedes estar donde Cristo dijo que él estaría. MJ 97.1

Los que aprecian las palabras de Cristo no se alejan de la reunión de oración o de la reunión donde el mensajero del Señor ha sido enviado para decirles cosas de interés eterno. Jesús ha dicho: “Donde están dos o tres reunidos en mi Nombre, allí estoy yo en medio de ellos”.4 ¿Pueden permitirse escoger el placer y perder la bendición? La indulgencia en estas cosas tiene una marcada influencia, no solo en la vida y el carácter de ustedes, sino en la vida y el carácter de sus compañeros. MJ 97.2

Si todos los que profesan ser seguidores de Cristo fueran así de hecho y en verdad, tendrían la mente de Cristo y obrarían las obras de Dios. Resistirían la tentación de complacer el yo y mostrarían que no disfrutan más de los frívolos placeres del mundo que del privilegio de encontrarse con Cristo en la reunión de testimonios. Entonces tendrían una decidida influencia sobre otros y los inducirían a seguir su ejemplo. MJ 97.3

Las acciones hablan en voz más alta que las palabras, y los que aman el placer no aprecian las ricas bendiciones de estar en la asamblea del pueblo de Dios. No aprecian el privilegio de influir en sus compañeros para que vayan con ellos, con la esperanza de que su corazón sea enternecido por el Espíritu del Señor. ¿Quién va con ellos a estas reuniones mundanas? Jesús no está allí para bendecir a los congregados. Pero Satanás hará acudir a la mente muchas cosas que no dejan lugar para los asuntos de interés eterno. Para él es una oportunidad de confundir el bien mezclándolo con el mal. MJ 98.1

La asistencia a las reuniones mundanas crea un gusto por las distracciones excitantes y debilita la fuerza moral. Los que aman el placer pueden mantener una forma de piedad, pero no tienen relación vital con Dios. Su fe está muerta, su celo ha desaparecido. No sienten la preocupación de decir una palabra oportuna a las personas que están sin Cristo y de instarlas a entregar su corazón al Señor.—The Youth’s Instructor, 23 de abril de 1912. MJ 98.2