Mensajes para los Jóvenes

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Rodeados de las misericordias de Dios

Las misericordias de Dios los rodean en todo momento, y sería provechoso que considerasen cómo y de dónde vienen cada día las bendiciones que reciben. Despierte en ustedes la gratitud por las preciosas bendiciones de Dios. No pueden contar las bendiciones de Dios, la constante bondad amorosa que les muestra, pues son tan numerosas como las refrescantes gotas de la lluvia. Nubes de misericordia se ciernen sobre ustedes listas para precipitarse. Si quieren apreciar el valioso don de la salvación, serán sensibles al refrigerio diario, a la protección y al amor de Jesús; serán guiados por el camino de la paz. MJ 290.4

Contemplen las gloriosas obras de Dios en la naturaleza, y eleven su corazón en gratitud al Dador. En el libro de la naturaleza hay material de estudio provechoso para la mente. No sean desagradecidos ni indiferentes. Abran los ojos de su entendimiento; vean la hermosa armonía de las leyes de Dios en la naturaleza, y atemorícense y reverencien a su Creador, el Gobernante supremo del cielo y la tierra. Contémplenlo, con los ojos de la fe, inclinándose amoroso hacia ustedes, diciéndoles con compasión: “Hijo mío, hija mía, dame tu corazón”. Entréguense a Jesús, y luego podrán decir con corazón agradecido: “Yo sé que mi Redentor vive”.3 La fe en Jesús dará fuerza a cada propósito y estabilidad al carácter. MJ 290.5

Toda la felicidad, la paz, el gozo y el éxito de ustedes en esta vida dependen de la genuina y confiada fe en Dios. Esta fe inspirará verdadera obediencia a los mandamientos de Dios. Su conocimiento y fe en Dios son el más poderoso freno contra toda mala acción, y el motivo de todo bien. MJ 291.1

Crean en Jesús como el que perdona sus pecados, que quiere que sean felices en las mansiones que ha ido a preparar para ustedes. Él quiere que vivan en su presencia; que tengan vida eterna y una corona de gloria.—The Youth’s Instructor, 5 de enero de 1887. MJ 291.2