Mensajes para los Jóvenes

La recreación cristiana

Es privilegio y deber de los cristianos tratar de refrescar sus espíritus y vigorizar sus cuerpos mediante la recreación inocente, con el fin de usar sus facultades físicas y mentales para la gloria de Dios. Nuestras recreaciones no deberían ser escenas de alegría insensata que caigan en lo absurdo. Podemos dirigirlas de modo tal que beneficien y eleven a aquellos con quienes nos relacionamos, y nos capaciten mejor, lo mismo que a ellos, para cumplir con más éxito los deberes que nos corresponden como cristianos. MJ 258.4

A la vista de Dios estamos sin excusa si participamos en diversiones que tienden a incapacitarnos para el desempeño fiel de los deberes ordinarios de la vida y disminuyen así nuestro gusto por la contemplación de Dios y de las cosas celestiales. La religión de Cristo es de influencia animadora y elevadora. Está por encima de todo lo que sean bromas y charlas vanas y frívolas. En todos nuestros momentos de recreación debiéramos obtener, de la Fuente Divina de fuerza, nuevo valor y poder para elevar con más éxito nuestra vida hacia la pureza, la verdadera bondad y la santidad. MJ 258.5