Mensajes para los Jóvenes

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Capítulo 115—La hora del culto

Para despertar y fortalecer el amor hacia el estudio de la Biblia, mucho depende del uso que se haga de la hora del culto. Las horas del culto matutino y del vespertino deberían ser las más dulces y útiles del día. Entiéndase que no deben interferir con esas horas pensamientos perturbadores y poco amables. Reúnanse los padres y los niños para encontrarse con Jesús y para invitar a los santos ángeles a estar presentes en el hogar. Los cultos deberían ser breves y llenos de vida, adaptados a la ocasión, y variados. Todos tendrían que tomar parte en la lectura de la Biblia, y aprender y repetir a menudo la ley de Dios. Los niños tendrán más interés si a veces se les permite que escojan la lectura. Deberían hacerles preguntas acerca de lo leído y permitirles que también las hagan ellos. Habría que mencionar cualquier cosa que sirva para ilustrar su significado. Si el culto no es demasiado largo, permitan que los pequeñuelos oren y se unan al canto, aunque se trate de una sola estrofa. MJ 241.3

Con el fin de dar al culto el carácter que debe tener, es necesaria cierta preparación. Los padres deberían consagrar tiempo diariamente al estudio de la Biblia con sus hijos. Sin duda, se requerirá esfuerzo, reflexión y algún sacrificio para llevar a cabo esto, pero el esfuerzo será ricamente recompensado.—La Educación, 186. MJ 241.4