Mensajes para los Jóvenes

372/512

Capítulo 111—El respeto y el amor a los padres

Los que quieren seguir verdaderamente a Cristo, deben dejarlo morar en el corazón y entronizarlo allí en forma absoluta. Deben representar el espíritu y carácter de Dios en su vida doméstica, y ser bondadosos y corteses con quienes se relacionan. MJ 234.2

Hay muchos niños que profesan conocer la verdad pero no tributan a sus padres el honor y afecto que se les debe, que manifiestan poco amor hacia ellos y no los honran cediendo a sus deseos o tratando de evitarles ansiedad. Muchos de los que profesan ser cristianos no saben lo que es “honra a tu padre y a tu madre”, y en consecuencia poco sabrán lo que significa “para que tus días se alarguen en la tierra que el Señor tu Dios te da”.1 MJ 234.3

Nuestros jóvenes declaran abiertamente que se cuentan entre los que guardan los mandamientos de Dios, y sin embargo muchos de ellos descuidan y violan el quinto mandamiento, y por lo tanto no pueden recibir la rica bendición prometida a los que observan este precepto y honran a su padre y a su madre. MJ 234.4

Nunca entrarán en la tierra nueva, en la cual podrían vivir eternamente, a menos que se arrepientan de su pecado y reformen sus costumbres y su carácter mediante la gracia de Cristo. Los que no respetan y aman a sus padres no respetarán ni honrarán a Dios. Los que no soportan la prueba, los que no honran a sus padres temerosos de Dios, no obedecerán a Dios, y por lo tanto no pueden esperar entrar en la tierra prometida. MJ 234.5