La Única Esperanza

52/77

“¡Padre, perdónalos!”

Mientras los soldados realizaban su fatídica obra, la mente de Jesús pasó de sus propios sufrimientos a la terrible retribución que algún día recibirían sus perseguidores. Se compadeció de la ignorancia de ellos y oró: UE 129.2

“Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”. Lucas 23:32. UE 129.3

Cristo estaba comprando el derecho de ser ante el Padre abogado de los hombres. Aquella oración por sus enemigos abarcaba a todo el mundo. Incluye a cada pecador que ha vivido, vive o vivirá, desde el comienzo hasta el fin del tiempo. UE 129.4

Cada vez que pecamos, Cristo es herido de nuevo. Por nosotros eleva sus manos horadadas ante el trono del Padre, y dice: “Perdónalos, porque no saben lo que hacen”. UE 129.5