La Oración

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Nos habilita para recibir el bautismo del Espíritu Santo

Los fieles mensajeros de Dios han de tratar de hacer avanzar la obra del Señor en la forma en que él lo ha señalado. Han de colocarse a sí mismos en estrecha relación con el gran Maestro, para que puedan ser enseñados diariamente por Dios. Han de luchar con Dios en oración ferviente por un bautismo del Espíritu Santo, para que puedan llenar las necesidades de un mundo que perece en el pecado. Todo el poder es prometido a aquellos que salen con fe a proclamar el Evangelio eterno. A medida que los siervos de Dios lleven al mundo el mensaje vivo que acaban de recibir del trono de gloria, la luz de la verdad brillará como una lámpara que arde, alcanzando todas partes del mundo. Así las tinieblas del error y la incredulidad serán disipadas de la mente de los honrados de corazón en todos los países, que buscan ahora a Dios, “si en alguna manera, palpando, le hallen”.—Testimonios para los Ministros, 467, 468. Or 115.3