La Oración

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Suple nuestras necesidades temporales

Toda promesa de la Palabra de Dios viene a ser un motivo para orar, pues su cumplimiento nos es garantizado por la palabra empleada por Jehová. Tenemos el privilegio de pedir por medio de Jesús cualquier bendición espiritual que necesitemos. Podemos decir al Señor exactamente lo que necesitamos, con la sencillez de un niño. Podemos exponerle nuestros asuntos temporales, y suplicarle pan y ropa, así como el pan de vida y el manto de la justicia de Cristo. Nuestro Padre celestial sabe que necesitamos todas estas cosas, y nos invita a pedírselas. En el nombre de Jesús es como se recibe todo favor. Dios honrará ese nombre y suplirá nuestras necesidades con las riquezas de su liberalidad.—El Discurso Maestro de Jesucristo, 112, 113. Or 113.3

Cada alma tiene el privilegio de presentar al Señor sus necesidades particulares y de ofrecer sus acciones de gracias personales por los beneficios que recibe cada día.—Testimonios para la Iglesia 9:222. Or 114.1