La Oración

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Nos permite conocer al padre y nos une a él

Oh, ¿conocemos a Dios como deberíamos? ¡Qué alivio, qué gozo tendríamos si aprendiéramos diariamente la lección que él desea que aprendamos! Debemos conocerlo en forma experimental. Esto será benéfico para que pasemos más tiempo en oración secreta, familiarizándonos personalmente con nuestro Padre celestial.—El ministerio médico, 133. Or 112.1

La oración nos une mutuamente y con Dios. La oración trae a Jesús a nuestro lado, y da al alma desfalleciente y perpleja nueva energía para vencer al mundo, a la carne y al demonio. La oración aparta los ataques de Satanás.—Palabras de Vida del Gran Maestro, 195. Or 112.2